jueves, 17 de noviembre de 2011

DÍA 14: Suspiro y suspiro


Pisar un nuevo lugar y disfrutar. Absorber en cada respiro la historia. Perderme entre curiosos turistas. Sacarle foto hasta a lo que no está como para sacarle foto. Comer lo que hay que comer (cochinillo) y reír y sorprenderse y admirar cada rincón. Así me pasó con Segovia. Suspiro porque mi margen de sorpresa es bastante sensible y todo me sorprende, me maravilla, me deleita, me gusta, me hace suspirar.

DÍA:13 La party


Y es que esto de ir de fiesta hasta las 8am sí que me hace suspirar. Noches largas y sustanciosas. Eso es felicidad.

DÍA:12 Mercar casi que a ciegas


La parte divertida es que hay que llenar la nevera y para eso hay un universo de productos nuevos por probar. No es la misma leche, ni los mismas paquetes de papas, ni quesos, ni jamones, ni nada siquiera parecido. ¡Así que a probar!

El reto es comprar en medio de marcas desconocidas cosas ricas y que ademas que YO pueda preparar. Al fin de cuentas algunas veces querré comer algo diferente a sánduche y cereal. Así que mientras pruebo y pruebo suspiro y me reclamo por qué probé esa leche de chocolate que ahora no me deja vivir sin ella.

*Suspira*

DÍA 11: Hala Madrid


“Llega ya al Bernabeu, te invito”. El corazón me saltó y suspiré. Suspiré cuando recibí el mensaje. Suspiré en el camino al estadio. Suspiré al entrar al Bernabeu y sentir mi piel como se me erizaba al verlo vestido de blanco, grande, majestuoso y lleno. Suspiré al oír las canciones de los aficionados. Suspiré al ver en cada gol banderas, cantos, risas, felicidad: PASIÓN. Suspiré al ver a los churros de los jugadores. Suspiré sin parar.

El Bernabeu me dejó sin aliento al saber que ese recinto envuelve tanta pasión, tanta vida, tantas ganas. Pasión, vida y ganas que muchos no tienen.

…Y como por si fuera poco, ganó el Real Madrid.

Día 10: ¡Bendita sea la tecnologia!

Desde que llegué no me hace falta nada. No extraño la comida, ni los lugares, ni las sonrisas, nada. Es más, no tengo tiempo de extrañar. Y si algo he de extrañar es a mi familia. A mi hermano con locura. A mi sobrino con nostalgia que crecerá y no lo sabré. A la bendición de mis padres y al amor familiar en general. Pero si necesito de ese amor la cosa es muy sencilla. Esto sucede:

Y así siento, río, casi los toco, amor puro y real. Recibo la fuerza que necesito para continuar. Los miro a los ojos, los siento y vuelvo reloaded. ¡Bendita sea la tecnología! Pero así ¿quién extraña?

DÍA 9: Mi vida es un musical

Nunca había estado en un musical y este, CIEN MENTIRAS DE SABINA, es una de mis razones para suspirar. Una historia de amor adornada con las letras de Joaquín Sabina fue para mí más que unos guapos bailando y cantando. Más que unas tipas demasiado sexis seduciendo el escenario. Más que una buena compañía, más que lo que veía y sentía mientras sonreía. El musical fue para mí, la puesta en escena de la oportunidad de vida que estoy viviendo.

*Suspiro*

DÍA 8: A lo que vinimos...

Hacerme periodista y escribir con más confianza y determinación, para mi, para ustedes. Por esto suspiro. Porque entre sillas, compañeros, profesores, mesas, computadores, un gran periódico, ganas y muchas, muchas letras por escribir y leer diariamente, veo como se hace realidad lo que por tanto tiempo quise.

*Suspiro*